Mi amigo fiel...Cuidare mi amistad con El

¡Dios es bueno!

En mis 34 años de edad lo único que puedo decir es: ¡Dios es bueno! No podría quejarme de lo bueno que Dios ha sido conmigo.

Es maravilloso que el Dios del cielo, se humillo y se hizo hombre. El dejo su trono de gloria para venir a esta tierra a morir por mis pecados y darme vida eterna.

¡Que bueno es Dios! Nos ofrece su amistad y su amor incondicional. Quiero vivir esta vida para conservar su amistad  y obtener su gracia en cada momento.

Estaba pensando mucho en este punto no descuidar la bendición de tenerle como amigo. La biblia nos dice:

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. (Santiago 4:4)

“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos” (Hebreos 2:1-3) 
 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 
 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron.

Hay cosas que me pueden apartar de El.

El no amar a mi prójimo como él me manda

El espíritu Crítico y chismoso

El amar los deleites de este mundo

El no perdonar y muchas cosas me pueden alejar de su amistad.

Hay algo que me conmueve mucho y es la historia de Sansón:

Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él

¡Que triste historia! No puedo imaginar caminar esta vida sin su gracia, sin su poder. Salva para siempre, ¡gloria a Dios la Salvación no se pierde! Pero vivir sin saber que  es ver su bendición en mi vida.

Cuidemos nuestra amistad con El. Que nada en este mundo nos separe de su amor y nuestra actitud sea conforme él pueda agradarse. ¡Quiero ser como Abraham! Amiga de Dios.

“Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.” (1ª.Corintios 8:3)

Cuidare mi corazón y mi Espíritu

¡Si cuidare mi Amistad con El!

Una de las primeras cosas que me gusta hacer cuando limpio mi hogar es tirar la basura. Al hacerlo, siento que mi hogar se ve más ordenado. Y cuando esta afuera disfruto deshacerme de ella, no me gusta que pase mucho tiempo afuera por que luce mal y aparte puede empezar a oler feo.

Pero me puse a pensar, ¿cuanta basura permitimos que entre a nuestra vida? Tal vez cuidamos lo que vemos. Pero cuidemos que otros no depositen basura en nuestra vida: chismes, rumores y cosas negativas de algo o de alguien. 

Muchas veces nos conformamos con no hablar de alguien, pero que tal escuchar cosas negativas. Digamos: ¡por favor deposita tu basura en otro lado! Cuidare mi hogar, mi espíritu, mi cuerpo que es el templo del Espíritu Santo. No tendré basura en mi corazón, pero no dejare que la tires en mí. Porque si dejo entrar basura a mi vida, estaré dejando entrar las malas actitudes y no quiero perder su bendición y amistad de mi Señor.

Mateo 15:18 
"Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. "