jueves, 23 de mayo de 2013

¡Que bueno es Dios!

 
¡Tiempo de graduaciones!


Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca. (Salmos 89:1)

Mi mente recuerda hace 15 años que fue mi graduación del Colegio Bíblico. Es imposible olvidar ese día que me encontraba en el pasillo de la Iglesia para pasar con mi bata de graduación y mi corazón muy emocionado, y dando gloria a Dios porque Él fue bueno para conmigo dándome la gracia para graduar y terminar esa etapa de mi vida.
 
Una bella etapa donde aprendí a depender de Dios, donde aprendí a sencillamente a confiar en Él. Que Hermosa ceremonia de graduación. Y al terminar el servicio paso por mi mente, ¿Ahora qué voy hacer?  ¡Ya estoy sola! ¡Ya no tengo horario! ¡No tengo novio! ¡No tengo un ministerio por ahora! Y las dudas y preguntas vagaban en mi mente.
 
Entro un poco de temor, y solo tuve que poner mi vida en sus manos y confiar día a día en El y decir: Señor aquí estoy en este inmenso mar, sin saber a dónde voy y a donde ir, por favor se tu quien me dirige, quien me ayude en cada paso que doy, no confió en mí por mí, pero confió en tu misericordia que me guiará.
 
Paso un mes empecé a trabajar como siempre en mi iglesia, ganando almas y siendo fiel, para mi sorpresa en el mes siguiente, Dios  me permitió conocer un Joven el cual sería mi futuro esposo, y después el siguiente año me abrió la oportunidad de viajar con un Equipo de Campamentos de Jóvenes, y un año después tendr
 
ía la dicha de convertirme en la Señora Chacón y empezar a servir al Señor al lado del hombre de mi vida y nos dio un ministerio que amo, y 12 años han pasado, y he visto su fidelidad y su amor a mi vida..
 
Nunca en mi mente podría imaginar todo lo que Dios tenia para mí, nunca pensé que años después me iba  a dar una Hermosa hija y que ahora actualmente espero mi segunda hijita.
Solamente pienso ahora volteando hacia atrás, Dios ha sido bueno y lo seguirá siendo siempre. No sé nada sobre el futuro ni lo que me espera, pero como dice el Himno: “Por qué Él vive triunfare mañana.”